miércoles, 8 de diciembre de 2021

Desarrollo de aplicaciones a medida: explicación paso a paso

 Imaginemos que quieres lanzar una app y para ello optas por contratar a una empresa especializada. Quieres que tu app tenga varias funcionalidades y pides presupuesto. En un desarrollo tradicional, te presupuestarán el proyecto completo en base a las especificaciones que buscas, tras varias reuniones en las que conseguís entenderos. Firmarás, y seguramente pagarás una parte al inicio y otra al final del proceso. Pues bien, esta es una opción clásica y segura que se está quedando desfasada.

El desarrollo a la medida de aplicaciones a medida funciona diferente. En él, el cliente tiene acceso a un presupuesto por bloques, en el que cada uno de ellos es una opción completamente funcional. Es decir que, tras reunirse con los desarrolladores, éstos les ofrecen un presupuesto desglosado con:

  1. Un producto mínimo viable, por ejemplo, una app funcional con formulario de contacto y reservas de producto.
  2. Un segundo bloque que complemente al primero, por ejemplo, con la posibilidad de hacer ventas dentro de la propia app.
  3. Un tercer bloque con perfiles de usuario completos y posicionamiento de productos en base a valoraciones.

Como puede verse, con sólo el primer bloque, el cliente ya tendría una aplicación funcional. Y, con el desarrollo de aplicaciones a medida, si así lo prefiere puede quedarse sólo con eso. Ahí está la clave: el poder establecer una relación dinámica con el presupuesto. De forma que, si las necesidades del cliente cambian, o el proyecto completo se le hace inabarcable por cuestiones presupuestarias, eso no sea un impedimento para tener una aplicación completamente funcional.

Principales ventajas del desarrollo de aplicaciones a medida

1.     Hasta que estén satisfechos

El cliente decide dónde parar. Así tiene el control absoluto sobre los costes y sabe exactamente qué le van a entregar en cada fase. Si, por lo que sea, decide pausar el proyecto en el primer bloque, tendrá un producto funcional previamente acordado con la empresa desarrolladora. Esta es la principal ventaja del desarrollo de aplicaciones a medida, la flexibilidad y la posibilidad de detenerse en cualquiera de las fases.

2.     Sin improvisaciones

El proyecto completo está pensado al detalle para que no se trabaje de más ni se gasten recursos en la dirección equivocada. No se trata de construir un edificio y luego derribarlo o reformarlo completamente para construir otro. El proceso recuerda más a la construcción de una pirámide: primero una base sólida y sobre ésta se van añadiendo los siguientes escalones, estando todo pensado desde un inicio.

De esta manera, se evitan los sobrecostes y la improvisación para que todo encaje de cara al final del proyecto. Es como una promoción inmobiliaria pensada por fases. Cada fase en sí misma está completa, pero el proyecto tiene un plan de desarrollo acordado y establecido desde el inicio.

3.     Es un desarrollo de aplicaciones al alcance de todos

Una necesidad cada vez más habitual para los negocios emergente es contar con aplicación a través de la cual ofrecer sus servicios. Y, con tal de tenerla, muchos se decantan por unas apps básicas y construidas a medias que, a parte de la presencia aportan escaso valor al negocio. Normalmente se opta por estas opciones por su precio atractivo e inmediatez. Pero la existencia de presupuestos de desarrollo de aplicaciones a medida, establecidos por fases bien definidas, abre la puerta a proyectos de más calidad a un precio asequible.

Con el desarrollo de aplicaciones a medida se ofrece la posibilidad de proyectar una app completa y compleja a una empresa que antes no podía permitírselo. Se deja atrás el miedo a atarse a un presupuesto al que no podría hacer frente o a la ineficiencia de contratar un producto concreto que tal vez no es tan útil en unos meses por los cambios en el negocio, habituales con los emprendedores y negocios emergentes.

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